La ciencia dice...
A pesar de que las versiones varían ligeramente en cuanto a las proporciones del planeta, su tiempo de órbita y momento en que llegaría a nosotros, no es difícil hacer un análisis en cuanto a las incoherencias de esta pseudoteoría. Tal vez apoyados en los recientes descubrimientos de planetas extrasolares, en una reinterpretación de las escrituras bíblicas o en la simple ignorancia, se ha postulado que Hercólubus es un planeta gigante de 5 ó 6 veces la masa de Júpiter, acercándose inevitablemente a la Tierra. No es casualidad que en ningunareferencia a este enorme planeta se mencionen las coordenadas celestes para encontrarlo en el cielo, a pesar que dicen que la NASA supuestamente ha reconocido su existencia, así como varios astrónomos. De hecho, y en un esfuerzo increíble por intentar evitar su refutación, algunas versiones incluso citan que Hércolubus está compuesto por un "material que absorbe la luz" que "lo mantiene fuera del espectro visible"; en otras palabras, además sería invisible...
Pensemos un poco. Un planeta gigante que se estuviera acercando a la Tierra, en algunas versiones citado para el año 1999, en otras para 2005 (tiempo pasado), quedando a entre 10 millones y 500.000 km de la Tierra, sería perfectamente visible desde la Tierra. Aún sin tener coordenadas celestes, un cuerpo 5-6 veces mayor que Júpiter sería muy brillante en el cielo nocturno. Tratándose de un planeta gaseoso, cabría pensar que su atmósfera probablemente esté compuesta de hidrógeno y helio y tenga características similares a un Júpiter "quintuplicado"; entonces su albedo también sería similar al de Júpiter, y por tanto reflejaría la luz del Sol con similar intensidad; ergo, si Hercólubus estuviera tan cerca como Júpiter (que dista a unos 778.000.000 de km del Sol), brillaría a una magnitud de -10, casi 3 veces más brillante que Venus. Si estuviera a unos 10 millones de km, su tamaño aparente sería monstruoso. Aún
en el caso que este planeta no fuera apreciable al rango visible, sí lo sería al infrarrojo, y sería fácilmente identificable con el telescopio espacial Spitzer y tecnologías similares en Tierra.

En segundo lugar, tenemos el supuesto sistema solar Tylo (también citado como Tylar). En las múltiples referencias donde se habla de Hercólubus no existe una sola imagen que muestre la ubicación precisa de este supuesto sistema, desde el cual podría observarse tanto al supuesto Hercólubus mientas se acerca a nosotros, así como detectarse los otros 5 planetas que también orbitarían a esta estrella. El único "mapa astronómico" del sistema Tylo disponible es el que aparece junto a este texto; lógicamente, lo único que se ve son órbitas erráticas de una estrella que no se enmarca en ningún sistema de referencia: no se sabe qué tipo de estrella es, en qué constelación está, su magnitud... nada.
Lógicamente, en ausencia de una mínima cantidad de evidencias que apoyen la existencia de dicho planeta gigante, no hay razón alguna para asumir que esta teoría es cierta. Aparte de ello, las referencias disponibles al respecto son contradictorias y ninguna ofrece datos científicos comprobables. No obstante, después de buscar un poco, existe un dato que puede ayudar a comprender de dónde se generó esta tremenda confusión de tipo apocalíptico: y es que Hercólubus no es el único nombre con que se conoce a este supuesto planeta gigante; también se lo conoce como Nibiru, Ajenjo o Barnard I. El nombre Ajenjo aparece en las escrituras bíblicas, y refiere a una estrella que causa una enorme catástrofe en la Tierra. No es la idea de esta sección (ni considero útil) entrar a polemizar un texto religioso, por tanto sólo me centraré en la segunda acepción, Barnard I, que en realidad tiene más utilidad porque representa muy posiblemente el origen del mito Hercólubus.
Estrella de Barnard... ¿el origen del mito?

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